Dentro del contexto ideológico en el cual se ha desarrollado la descentralización, se apunta principalmente a un federalismo descentralizado esquema de organización política en la cual las actividades de gobierno están divididas entre un gobierno federal y gobiernos constituyentes, de manera que cada nivel tiene a su cargo algunas actividades sobre las cuales toma decisiones que son finales.Todos los asuntos de interés nacional, la máxima libertad individual se alcanza cuando las decisiones políticas son tomadas a nivel nacional; mientras que para todos los temas de interés local, esto ocurre cuando las decisiones políticas son tomadas a nivel local.[1].
De acuerdo al párrafo anterior, la idea aplicada al caso de Chile, la descentralización se entendería como un Gobierno central que a través de los Gobiernos regionales controla el territorio por medio de la aplicación de políticas o programas que vayan en beneficio de la población así como también en mejoramiento del sistema y gestión de las autoridades suponiendo que las decisiones de orden regional sean tomadas por las autoridades correspondientes. Otro punto a considerar es que este sistema federado (ó descentralizado en el caso de Chile) permite la resolución de conflictos en un periodo de tiempo menor a que si dependiera de una oficina central dar solución.
Por ello, se agrega un nuevo término que se desprende de la Regionalización, es la delegación que corresponde a la transferencia de las responsabilidades de gestión sobre funciones específicamente definidas hacia organismos que están fuera de la estructura burocrática regular, o sólo indirectamente controlados por el gobierno central[2]. Por lo tanto, los Gobiernos regionales juegan un papel importante al momento de la toma de decisiones que involucran una fracción del territorio nacional, puesto que de ellos depende el funcionamiento óptimo del territorio regional, por lo que su capacidad de autogestión debe ser la mejor, por lo mismo, es que se han implementados proyectos de capacitación del personal con el objeto de que su gestión sea la más adecuada.
Mencionando la descentralización, se agrega que existe un descentralización de fiscal que apunta al incremento de ingresos o implementación de políticas regionales que vayan en beneficio de un aumento de los recursos regionales para su propio desarrollo y crecimiento.
En resumen, la analogía del sistema federal con la descentralización implica que el Gobierno central puede transferir recursos, autonomía de decisiones y poder a los organismos públicos, quienes deben procurar la entrega de bienes y servicios de forma eficiente y efectiva, así como también satisfacer las demandas inmediatas de la población, pero a la vez tiene la tarea de fiscalizar, diseñar, financiar las actividades que se desarrollen dentro de los límites regionales.
En el marco legislativo que promueve el desarrollo de territorios extremos, en los últimos 18 años, se ha considerado su desarrollo para que crezcan en forma igualitaria con el resto de las regiones centrales y para lograr ello es que se han impulsado leyes con incentivos económicos, dentro de los cuales se pueden mencionar los más relevantes: pasos fronterizos, ingresos tributarios para la región, zonas francas, subsidios a profesionales que trabajen en zonas extremas, becas escolares y la oferta de oportunidades laborales y/o emprendimiento a etnias localizadas. Si bien, todas estas propuestas nacen desde el Poder Ejecutivo, es responsabilidad de los parlamentarios que se puedan llevar a cabo, ya que como es sabido un proyecto de ley puede ser aprobado o rechazado, o bien modificado. Sin embargo, existe una ley que fomenta la creación de los Consejos Regionales, los cuales refuerzan las políticas descentralizadoras y que tienen como tarea principal la planificación del desarrollo regional, por medio de pequeñas cantidades de dinero que serán dispuestas por medio de inversiones públicas o privadas, las cuales al ser productivas incrementan el nivel de desarrollo nacional.
Otra de las funciones de los Gobiernos Regionales, es el resguardar el Ordenamiento Territorial ya que es de importancia asignar funciones al espacio para que se incremente el desarrollo y supere las dificultades que se pueden presentar al momento de iniciar una nueva actividad. Particularmente, el ordenamiento territorial se refleja en el cumplimiento de las normativas que regulan el uso del suelo, áreas urbanas y su expansión, cumplimiento de las normas ambientales y la aplicación de programas que consideren el uso aprovechamiento adecuado de los recursos naturales que disponga cada territorio regional. Así como también la implementación de políticas de orden social[3].
Finalmente, hoy en día aún existen territorios que tienen mínimas condiciones para aumentar su crecimiento y desarrollo, son los territorios desvalidos, altas tasas de desempleo, población en condiciones de extrema pobreza, escasa accesibilidad, aislamiento y que no reúnen las condiciones mínimas para ser al menos rurales. Para apalear esta situación, es necesario que se concreticen todas las acciones que ayuden a su fortalecimiento, principalmente en la entrega de los recursos necesarios para que todas aquellas demandas se traduzcan en proyectos concretos que vayan en beneficio de la población y la valorización del territorio.
[1] “Descentralización: una definición y una evaluación de la agenda legislativa chilena (1990-2008)”. Mardones, Rodrigo. Documento digital disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0250-71612008000200003&script=sci_arttext
[2] Ídem
[3] “El Proceso de Descentralización en Chile”. SUBDERE. Documento digital, disponible en http://www.subdere.gov.cl/1510/article-65835.html