El proyecto de Regionalización tiene sus primeros antecedentes antes del Gobierno Militar impuesto en 1973, ya que las primeras propuestas fueron hechas en el bajo el mandato de Eduardo Frei Montalva, a través de la Oficina de Planificación Nacional (ODEPLAN), la que fija 3 objetivos fundamentales[1]
El siguiente cuadro muestra los objetivos y los principales aspectos que se pretenden abarcar
-Económicos: Busca acelerar el crecimiento regional medido en el Producto Geográfico Bruto (PGB), lo que significa un aporte al crecimiento nacional, redistribuir los ingresos beneficiando a los sectores más pobres de población, aumentar el empleo regional, disminuir la inflación y mantener un rango de endeudamiento externo que sea posible pagar.
- Social: Se enfoca en la mejora e implementación de aspectos de educación, salud, justicia, vivienda, participación de la comunidad local y mejoramiento de la relación empleador – empleado
- Integración Nacional: Junto a los objetivos anteriores, se promueve la integración nacional bajo condiciones de incorporación de población a las decisiones del país, acceso a la educación en todo Chile, mejoramiento del acceso a los lugares más aislados y extremos para así, estimular la actividad económica que beneficie al país completo.
Por lo mismo, es que persiguiendo la realización de estos 3 objetivos se busca fomentar el desarrollo económico a través de un crecimiento auto-sostenido que impulsa por medio de políticas, planes y programas para que cada región cuente con los recursos necesarios para lograr este fin.
La propuesta de crear unidades de territorio que se considerarán como Regiones político-administrativas, es la proyección de crecimiento de población en un periodo de 25 años[2] y para que este crecimiento no fuera concentrado en la zona central del país (Santiago y alrededores) se impulsó el movimiento de población hacia sectores con menor densidad poblacional. En este aspecto, fue de importancia la localización de recursos naturales que permitieran la extracción y posterior procesamiento de materias primas que fomentaran la creación de mayores puestos de trabajo y a la vez, inspire seguridad de mejoramiento de calidad de vida.
La accesibilidad a los sectores más alejados y extremos de la capital, fue resuelta por medio de la construcción de nuevos sistemas viales (con uso de materiales más resistentes) y la extensión de las líneas ferroviarias que disminuyera el tiempo de traslado de mercadería desde los centros de producción hacia los de consumo. Debido a ello, es que el territorio nacional se conectó y luego integró con la generación de nuevos centros poblados.
La llegada del Gobierno Militar en 1973, enfocó la Regionalización como una “Modernización”[3] y esta vez fue dirigida por la Comisión Nacional de Reforma Administrativa (CONARA), la cual impulsó el desarrollo regional mediante la entrega de recursos provenientes de la Administración central con el objetivo de dar un inicio a las actividades que fomentaran el crecimiento regional. Los fondos más importantes son el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) y el Fondo Común Municipal, el primero por ley de Presupuesto, es obligación del Estado entregarlo a cada región. El segundo, es producto de la recaudación de impuestos que van directamente a los Municipios. Con ello, lo que se busca incentivar es la Inversión tanto pública como privada, para así promover la actividad regional la cual es medida por el PGB lo que contribuye al crecimiento y desarrollo regional y nacional, de esta forma se disminuye el desempleo regional, disparidad entre regiones y favorece el consumo de la población.
El proceso de Regionalización, permitió a los territorios adquirir un significado o funcionalidad al tener dentro de sus límites actividad industrial concentrada, comercio, intercambio de bienes y servicios y la presencia de Organismos e Instituciones descentralizadas que resolvieran los problemas de la población sin necesidad de desplazarse a Santiago, desde esta perspectiva es que se puede decir que el territorio adquirió cualidades, dentro de ellas, las más destacables son:
- Auto-sostenible: Por medio de la generación de recursos propios que le permitan su auto-gestión
- Autonomía: La capacidad de toma de decisiones a menor escala evita el sistema burocrático de la capital.
- Desconcentrado: La presencia de organismos e instituciones que resuelvan los problemas de la población.
Con respecto a la autonomía en cuanto a su funcionamiento, crea lazos de integración al existir una continuidad de actividades que realiza una región y otra, por lo que la división geo-política so consideraría sólo para efectos administrativos.
La creación de Polos de Desarrollo que son fácilmente identificables en el territorio es la constitución de macro regiones con funciones específicas, que hace inferir que se ha dado un logotipo que la hace reconocible a nivel nacional, otro factor que se presenta en esta clasificación es la cercanía a los recursos naturales que presente cada macro región.
Por otra parte, el desarrollo que pueda alcanzar un región en cuanto a técnicas extractivas y procesamiento de materias primas favorece la externalización de los productos por medio de exportaciones, fuente importante generadora de recursos económicos para la región.
Finalmente, al observar el territorio como unidad, a escala menor, es posible distinguir que cada región posee características propias las cuales han sido orientadas a la entrega de servicios, concluyendo que el cambio ha sido notable en la funcionalidad del territorio: de ser extractivo – procesador a terciario, esta cualidad puede ser identificada en los diversos planes de turismo que en temporada estival son los que aportan mayor flujo económico y durante el resto del año, la educación universitaria se ha convertido en un foco de importancia en cuanto a la generación de servicios derivados de ella y con ello, el aumento de recursos para la región.
En la siguiente imagen se muestra la relación entre los conceptos anteriormente mencionados
[1] “Política de Desarrollo Nacional. Directivas Nacionales y Regionales” ODEPLAN. Santiago 1968
[2] “Reforma Administrativa Integral de Chile y el Proceso de Regionalización”. Juan Barrientos V. Viña del Mar 1979. Disponible en: http://www.subdere.gov.cl/1510/articles-68995_recurso_1.pdf
[3] “La Regionalización” Augusto Pinochet U. Disponible en: http://www.subdere.gov.cl/1510/article-68994.html
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